Imaginación y poder
Uno escucha el verbo 'imaginar' y al instante tiene el corazón hecho algodón de azúcar. La culpa del subidón es de John Lennon, que compuso aquella canción tan bonita, 'Imagine', que lo mismo sirve para animar una misa de campaña que para cerrar un mitin o abrir un baile nupcial hortera, si me permiten el pleonasmo. Es el himno del ideal y el ideal es una sustancia elástica, optimista. A uno le piden que imagine y lo que imagina está lleno de algodonosas nubes, bucólicos paisajes y pájaros canoros. A uno le piden en cambio que diagnostique, que calcule, y de pronto las nubes son radioactivas, los paisajes contienen plantaciones esclavistas y los pájaros están en peligro de extinción.
Pero no hay que dejarse llevar por el pesimismo. El Ayuntamiento no lo hace y a veces plantea políticas 'en positivo'. Tranquilos, es como se dice ahora. Una de ellas se titula 'Imagina Otxarkoaga' y es un plan comunitario que aspira a que los vecinos se involucren decisivamente en la mejora del barrio. Parece que este modelo ha sido probado en otros lugares, suponemos que con éxito. Ha habido por ahí un 'Imagina Chicago', un 'Imagina Uruguay', un 'Imagina África'. Yo creo que si esa gente ha sido capaz de imaginar sus cosas, nosotros también podremos imaginar muy bien las nuestras. Otxarkoaga, al fin y al cabo, no es tan grande.
Ahora van a ponerse en práctica diecinueve de las propuestas que han surgido del proyecto. Son las primeras y servirán para hacer ver al vecindario que las ideas que trasladan a la Administración pueden llevarse a cabo. En este primer lote hay un poco de todo: mejora de infraestructuras, apoyos a las asociaciones ciudadanas, información sobre servicios sociales, ayudas para el comercio y los emprendedores. Suena bien y sería estupendo que funcionase aún mejor. Nos dicen que uno de los asuntos que más preocupa a los vecinos de Otxarkoaga es la mala imagen del barrio. Veremos si la alianza entre imaginación ciudadana y poder político que empieza ahora a funcionar logra cambiar la suerte de un barrio al que muchas veces el resto de la ciudad le ha dado la espalda.
Ayuntamiento y vecinos pactan un nuevo Otxarkoaga
El Estado construyó Otxarkoaga hace casi cincuenta años -un lugar de laboratorio, a medio terminar, para obreros y personas venidas de asentamientos ilegales-, pero los verdaderos artífices han sido sus vecinos, porque un barrio no se acaba cuando se pone la última piedra. De eso saben mucho en este rincón de la capital, donde el intenso movimiento ciudadano fue clave para lograr mejoras básicas en sus primeros años de existencia y para luchar más tarde, en los ochenta, contra el zarpazo del paro, la droga y la delincuencia, que les dejó la cicatriz indeleble de una mala fama que aún arrastran. Ahora, en honor a esa herencia de trabajar para salir adelante, van a ponerse manos a la obra para redefinir su futuro de la mano del Ayuntamiento. La herramienta para conseguirlo es una experiencia pionera en todo el país que ha sido bautizada como 'Imagina Otxarkoaga', un método importado -enclaves como Chicago, Dallas, Los Ángeles, Londres, Ciudad del Cabo, Birmingham y Jerusalén, entre otros, tuvieron sus propios 'Imagina...'- que invita a los ciudadanos a plantear ideas para mejorar su entorno. Las mejores se seleccionan para llevarlas a buen término.
En Otxarkoaga, después de dos años de maratonianas reuniones, ya se ha superado la fase de cosecha de propuestas, en las que han participado más de un millar de personas, casi el 10% del vecindario. Así, el Consistorio ha podido concretar el plan, que acaba de pasar del limbo de lo teórico a la realidad con la puesta en marcha de 19 de los 45 proyectos presentados por la ciudadanía.
Las iniciativas -algunas de ellas implican a la Diputación y al Gobierno vasco y otras recaen en manos de agrupaciones de Otxarkoaga- «no son de ladrillo, sino de carácter más social, porque si algo hemos sacado en claro al elaborar el proyecto es que lo que más preocupa a la gente son los problemas de convivencia», detalló Itziar Urtasun, concejala de Participación Ciudadana, que ayer acudió al barrio junto al presidente del consejo de distrito y edil adjunto de Circulación y Transportes, Asier Abaunza, para anunciar el pistoletazo de salida de 'Imagina Otxarkoaga', que en los últimos presupuestos cuenta con una asignación de 95.000 euros.
El paquete de medidas previstas se sostiene sobre tres pilares esenciales: solucionar los problemas de conviviencia, mejorar la calidad de vida e impulsar la proyección económica. Se pondrá en marcha un plan de civismo -con guías y campañas- para que los vecinos «respeten bienes públicos y a las personas» y un Banco de Tiempo, «como el que ya funciona en La Peña, donde se pone en contacto a ciudadanos dispuestos a compartir sus conocimientos y habilidades». También se acondicionará y mejorará el vial Irumineta-Txotena para que pasen los autobuses sin dificultad y, de paso, se habilitarán paseos peatonales, juegos infantiles, zonas deportivas y aparcamientos. La limpieza y el remate de obras será otro de los puntos a reforzar, algo que servirá para cambiar la percepción del barrio.
Batería de medidas
La creación de un Equipo de Gestión de Conflictos, compuesto por personal de distintas áreas municipales, también persigue esta finalidad. No sólo mediará cuando surjan problemas, también vigilará la escolarización de los niños y supervisará las ayudas sociales, un tema que preocupa mucho en el vecindario, donde, según han denunciado algunas asociaciones, hay un 20% de residentes viviendo de estas subvenciones. Además, se intentará revitalizar el maltrecho comercio con ayudas de Lan Ekintza y con un vivero de empresas -ya se han seleccionado y acondicionado diez locales-. Viviendas Municipales, por su parte, abrirá una nueva adjudicación de lonjas y ofrecerá adquirir algunas en propiedad.
Estas son sólo varias de las medidas que están a punto de ver la luz, aunque también se prevé apostar por una policía de proximidad, mejorar los criterios de adjudicación de viviendas -tema que levanta ampollas-, impulsar a las asociaciones -el día 19 se celebrará una feria- y confeccionar un plan para identificar zonas conflictivas.
«Pocas demandas ciudadanas se han quedado fuera del plan -dicen satisfechos los responsables municipales-. En general, no han pedido imposibles», aseguran. Aunque sí es cierto que entre tantos cientos de ideas lanzadas al aire ha habido alguna algo descabellada, como la de unos vecinos a los que la creatividad ya no les daba para soluciones constructivas y se decidieron por las destructivas, defendiendo que la actuación más acertada para solucionar las deficiencias de los bloques de Txotena, conocidos popularmente como 'Los cien', sería la demolición y su nueva construcción.
Anécdotas al margen, el sistema para alumbrar 'Imagina Otxarkoaga' -cuyo nombre técnico es 'diálogos apreciativos'- ha sido, de momento, «muy exitoso». Eso sí, Urtasun sabe que ahora empieza la prueba de fuego: pasar del papel a la acción. «Somos conscientes de que si nos dormimos en los laureles y los vecinos no ven resultados, nos van a tirar de las orejas y a pinchar». Para evitarlo, se habilitará una comisión de seguimiento, aunque es un plan que no se ha marcado plazos concretos. Porque cambiar tantas cosas -sobre todo la imagen- no es algo que se pueda hacer de la noche a la mañana. Es más difícil que hacer urbanismo y, por eso, «tiene vocación de continuidad», afirma Abaunza. Y de extensión a otras partes de la ciudad, como Bilbao La Vieja y su entorno, una zona que, finalizada su rehabilitación física, podría convertirse, según Urtasun, en la candidata ideal para seguir la estela de metamorfosis social que persigue
No hay comentarios:
Publicar un comentario