Onda Vasca imagina Otxarkoaga
Su fama le precede. Más bien es su peor enemigo. Y es que Otxarkoaga, a pesar de las épocas pasadas, es hoy "un barrio más" de Bilbao. Ya no destaca por sus conflictos ni por la droga. Ahora es un distrito con esperanza que imagina su futuro y lo dibuja con trazos firmes. Los vecinos, en colaboración con el Ayuntamiento de Bilbao y el programa Imagina Otxarkoaga, son los responsables de la transformación, que aún se está fraguando. Por ello ayer, hicieron pública la evolución de su entorno a través de las ondas del magazine de Onda Vasca, Euskadi Hoy, dirigido por Kike Alonso. Durante tres horas, uno a uno, los representantes de las asociaciones del barrio comparecieron ante los micrófonos de Onda Vasca. Algunos más nerviosos que otros comentaron su visión del proyecto y explicaron qué esperan de él, de los cambios que ya ha habido y de los que aún están por venir, de las verdades y de las leyendas, de su pasado, de su presente, y como no, de su futuro. "Nos gustaría que la imagen del barrio cambie a raíz de las cosas que se hacen bien. Invito a todos a que conozcan la zona y que no se guíen por lo que han oído", opinó Alvaro Pérez, de la Asociación Tendel. "Para mí es un barrio curioso y familiar, todo el mundo se conoce y eso es un plus. No lo cambiaría por otro", dijo Olatz Ríos, residente en este distrito desde hace dos años.
El barrio Igualmente, el urbanismo entra en debate en el entorno. "Sus condiciones urbanísticas hacen su mejora difícil, es un barrio mal construido. A pesar de ello, se está consiguiendo", matizó Luis Bilbao, autor del libro El poblado dirigido de Otxarkoaga. Según sus vecinos, su construcción acelerada también creó espacios privilegiados. "El barrio está lleno de zonas verdes, sitios donde no se pudo edificar", comentó Germán Oliva, responsable de la radio y web del barrio.
Como en cualquier distrito, temas como la educación o los conflictos son el pan de cada día en Otxarkoaga. Por ello, tanto los centros educativos como las asociaciones y el Consistorio ofrecen fórmulas para solventarlos. "Los conflictos son inevitables. Hay que aprender a debatir sin discutir", indicó María Eugenia Ramos, del equipo de gestión de conflictos. "La convivencia es posible con el apoyo y la participación de todos", aseguró Oscar Vizarraga de Kaledor Kayico. Entre los déficit están la disminución del comercio. "Imagino Otxarkoaga como el barrio Gótico de Barcelona, lleno de jóvenes artesanos, que impulsen el comercio y la vida del barrio", señaló Abel Charcán, presidente de los comerciantes.